Los xenoestrógenos son hormonas sintéticas que se comportan de la misma forma que el estrógeno natural en el cuerpo humano, estas hormonas están sintetizadas en muchos productos de consumo habitual y se infiltran en nuestro torrente sanguíneo a través de diversas vías como los pesticidas con los que se fumigan las verduras que luego consumimos o se alimenta el ganado destinado para consumo humano.
Otras maneras por las que los seres humanos somos literalmente fumigados por los xenoestrógenos es a través del aire contaminado por las emisiones de los automóviles o mediante la mayoría de productos que se utilizan en para el aseo diario o la cosmética. Pero, ¿qué consecuencias tienen los xenoestrógenos en nuestro organismo?
¿Está relacionado el consumo de estos productos con la obesidad?
El exceso de estrógenos en el organismo tanto si es natural como artificial, tiene un impacto negativo tanto en hombres como en mujeres, debido a la gran cantidad de productos que contienen síntesis químicas similares a los estrógenos humanos, no se han efectuados los suficientes estudios al respecto y se han catalogado como “tolerables” o “no nocivos” en cantidades moderadas ¿Pero de qué cantidades estamos hablando? Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) Al tratarse de cantidades ínfimas no tendrían repercusión sobre el cuerpo humano, pero si sumamos todos los productos contaminados que podemos llega a usar a lo largo del día, nos daremos cuenta de que no se tratan de cantidades tan pequeñas.
Algunos investigadores independientes atribuyen a los xenoestrógenos el aumento del número de cánceres sexuales en todo el mundo (mama, ovario y próstata), otros van incluso más allá y culpan directamente a estos productos la gran tasa de alopecia androgenética o de patrón masculino que presentan un gran porcentaje de los hombres en los países desarrollados y de la obesidad.
Otras muchas publicaciones se han echo eco de los peligros que encierran la mayoría de estos productos de la industria alimentaria y cosmética, un gran referente de este hecho en Estados Unidos, ha sido Ori Hofmekler, autor de The Warrior Diet, quien responsabiliza directamente al exceso de estrógeno procedente de los productos industriales de la obesidad y grasa localizada, además de desbalancear las hormonas reguladoras y contenedoras de estrógeno, la progesterona en las mujeres y la testosterona en los hombres, lo que produciría los trastornos anteriormente descritos, cáncer, alopecia y obesidad.